Ahora ya va en
serio. Nos vamos del paraíso para ir a mi querida Bangkok.
Hemos tenido un
día a full de compras, cervezas, pad thai, masaje, peluquería… Exprimiendo al
máximo la ciudad que me ha dado cobijo tantas veces. El sentimiento de amor –
odio es la simbiosis que siento hacía ella. Quiero ir a verte y cuando estoy
contigo me agobio pero me encanta estar aquí, ¡que sepas que volveré!
Última Shinga en el Happy House en Bangkok
No hay comentarios:
Publicar un comentario